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Este servicio implica la realización de evaluaciones detalladas y sistemáticas para identificar, analizar y priorizar las amenazas potenciales a la seguridad de un cliente en varios aspectos de su vida. Abarca una revisión integral de áreas críticas como rutas de viaje, propiedades residenciales y lugares de trabajo, asegurándonos de que no se deje piedra sin remover. Evaluaremos meticulosamente los riesgos examinando factores como vulnerabilidades ambientales, debilidades de seguridad física y peligros situacionales específicos de cada ubicación o actividad. Para las rutas de viaje, esto podría incluir el análisis de patrones de tráfico, puntos de estrangulamiento o zonas de alto riesgo; para las residencias, podría implicar la evaluación de puntos de entrada, cobertura de vigilancia y tendencias delictivas en el vecindario; y para los lugares de trabajo, puede centrarse en el control de acceso, las interacciones de los empleados o las amenazas externas. El proceso va más allá de la mera observación, incorporando la recopilación de inteligencia, el análisis de datos históricos y el modelado predictivo para anticipar los peligros potenciales. El resultado es un perfil de riesgo personalizado con recomendaciones prácticas, como medidas de seguridad reforzadas, ajustes de ruta o cambios de procedimiento, diseñados para mitigar los riesgos identificados y mejorar la seguridad general del cliente de manera proactiva e informada.